El Fin, de Miguel Gómez marca un antes y un después en el cine costarricense.
La cinta es la primera propuesta nacional que se presentara en formato estereoscópico, popularmente conocido como 3D.
El esfuerzo del cineasta costarricense ha recibido elogios internacionales por parte de revistas de cine y críticos especializados, y ha sido invitada a varios festivales internacionales.
El Fin mezcla la comedia y el drama, una combinación con un lenguaje muy coloquial y propio de los ticos que invita a reflexionar sobre el valor de la vida, el amor, la familia, los amigos y los sueños.
La idea es sencilla pero enriquecedora: Carlos y Nico dos amigos de la infancia analizan el significado de la vida tras la inminente llegada del Fin del mundo de la mano de un gran asteroide.
La película se rdodó en diferentes locaciones de Costa Rica, desde Nosara, Puntarenas, Heredia, hasta San José y Cartago. Muestra, a lo largo de 10 horas, los cambios de la sociedad y de las personas a las vísperas del Armagedón.
Para los más conservadores puede resultar irreverente y desafiante, pero igual los invitará a reflexionar.
En esta entrega Gómez usa el humor que lo ha caracterizado en sus anteriores propuestas.
La grabación se hizo entre los meses de mayo a agosto del 2010, se utilizó una cámara Canon 7D y la post producción se realizó en Costa Rica y Estados Unidos.
Las actuaciones principales son por parte de Kurt Dyer, Pablo Masís, Valeska Vinocour y Álvaro Marenco a ellos se les suman diversos caracteres en diversas situaciones aportando a El Fin una variedad de sentimientos y momentos inolvidables.
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